Silencio Sonoro

MI ÚNICO ALIENTO

Como un nuevo inicio

abrimos las puertas de un sitio

donde la mente del ser humano

nunca antes hubo estado.

Como un nuevo inicio

atracaste en mi armonía

y curaste ese suplicio

en que mi vida se convertía.

 

Me susurraste con tus labios

y acariciaste con tus dedos,

me susurraste con tus labios

expulsando nuestros miedos.

Entendiste en mis abrazos

que la vida no es muy larga

y extendimos con cada abrazo

nuestro tiempo para amarla.

 

Me esforcé en que una mirada

diera fuerzas y animara,

y descuidé ciertas palabras

haciendo la mirada amarga.

Fui forjando con mis manos

una espada que sanara,

no caí que los desgarros

curan mejor sin estocadas.

 

Extrañé cada beso,

cada abrazo, cada parte de vos;

resolví que el día es eso

por algo más que por el sol.

Encontré por un sendero

un penetrante y doloroso temor,

y me pensé merecedor

de ese fuerte y marcado dolor.

 

Me vi perdiendo sin sentido

lo único que jamás habría arriesgado,

estuve helado y tan perdido

que las puertas del laberinto se habían cerrado.

Tú me alumbras como el sol

y como el fuego me das calor,

como el aire me oxigenas,

no necesito más que a vos.

 

Eres mi aliento y mi sustento

y para entender me das razón,

eres mi agua si estoy sediento

y haces latir mi corazón.

Inspiras mis escrituras,

me alientas y das valor,

me orientas y me curas,

no necesito más que a vos.

 

Me tranquilizas y sujetas,

me duermes con tu suave voz,

luego me abrazas y me despiertas

después de a mis sueños dar color.

Me activas y recargas,

eres mi aliento y motivación,

eres la otra parte que me falta,

no necesito más que a vos.