Octavio Márquez

Susurro

Brutal embestida que

defenestra pétalos 

de tinta zafiro y rubí.

 

Latido hecho cenizas

que se diluyen en el

aliento celeste.

 

Silueta de venus que

se contonea gélida y soberbia

ante ojos cansados.

Desaparece entre espinas.

 

Relámpagos que golpean

furiosos un corazón que ha

abrazado mil estocadas.

 

Potestad que huye

de dedálica testa.

 

Árbol roto,

rugido endeble.

 

Puño que se yergue sólo

para caer.

Sonrísa suave

que desafía el borroso

cielo. 

 

Palabra inaudible que

se siente...

 

 

                                                Octavio Aldebarán Márquez.