Vengo de un lugar
donde las horas no existen,
donde el tiempo detenido,
no necesita caminar,
donde los aromas fluyen
por cualquier lugar,
donde el amor no hace sombra,
luce al momento,
donde las cosas todavía
no han pasado… ni pasaran,
donde el silencio,
es el idioma universal sin fronteras,
donde no necesitas nada,
donde lo tienes todo al momento
sin instante de movimiento,
estando en todo lugar, al mismo tiempo,
donde no hay noche sin luna, que cubra lamento,
siendo de día a cubierto,
no hay diferencia en la noche con el día,
ni en el hombre con la mujer,
donde el amor es el flujo del ser,
del existir de la luz candente,
donde no hay oscuridad, ni sombra
que nos acompañe… ni sol radiante…
Somos luz, reflejo de colores,
como el arco iris… lucientes,
fluido candente de amor,
que renace en continuidad de amar,
amar diferente… donde la carne es débil,
sin diferencia de amor,
donde el celo, no tiene cobijo,
ni asiento de lugar, ni guarda de distancia,
donde se ama en continuidad,
sin diferencia de valores, ni de lugar,
donde el amor no calla,
es Reyna de estancias,
de donde es luz del alma,
donde la garra no araña,
ni hay dolor de la carne,
donde nada se compra ni se vende,
donde el amor es razón de ser,
donde la luz es el sentido del ser,
y el ser, es fuente de luz,
donde llegue en ayuda de estar,
en el comprender del dolor carnal… pasaje del alma,
donde de allí vengo a ti, para lavar mi manto,
para ayudarte a lucir más alto.
Vengo en ti…vengo en mi a ti,
vengo a lavar tu manto…
manto blanco amado,
manto translucido,
coraza del alma,
pureza infinita,
que en el guarda
la llama candente.
Luz viva que nace
del purificar la llama al alba.
Vengo de un lugar,
donde todos nos conocemos,
donde todo guarda alianza…
Autor: Luis P. Limiñana
Licencia de Creative Commons
VENGO DE UN LUGAR AMADO by Luis P. Limiñana García is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.