El nada

Duda

Hermana duda,

que apagas la luz

cuando yo la enciendo.

Hoy no la extingas;

veo todo claro.

Mi amiga sé

 

Tiempo atrás luz fuiste

cuando la verdad

estaba perdida.

No eres más amiga,

maldita entre todo

lo que es hermoso.

 

Hoy eres el acero

de mi guillotina.

Darte en mi asilo

fue mi condena.

Perra seductora,

me has jodido todo.

 

Serás mañana silla

y testigo en mi horca.

En ti me apoyaré,

con pobre equilibrio.

Sostenme en este vilo;

quizá así halle verdad.

 

Aún en el presente,

inconstante siempre

en mis poemas, te ves.

Ni siquiera aquí,

donde el tiempo no es,

estoy consolidado.

 

Hermosísima duda,

déjame y no me dejes.

No me hallo contigo.

No me siento sin ti.