AndrĂ³meda Straussman

La Ciencia de sus Ojos.

¿Cómo podemos pensar y pensar?
¡¿Cómo puedo pensarte sin cesar?!
Yo no sé de palabras,
tu si,
pues estas son las que me otorgaste con tu mirar,
son sin más, un atardecer
soy yo sin obedecer
no son muchas, ni las que deberían ser,
son las necesarias para narrarte lo que eres y ensordecer.

Un resplandor, una chispa que me hace sonreír
mis ojos al llanto, y los brazos que curan todo como un ligero manto
eres la gente que ama y el amor que en ellos perdura,
la muerte que hace sentir a la vida viva
eres una palabra con infinitos significados
¡eres un misterio que distrae a todos de sus pecados!
eres un segundo en que respiro
y los árboles, las luces, el agua, la tierra,
y la combinación perfecta de estos cuando miro
eres la gente que muere buscando un final,
yo pensaba en ser uno más
yo moría por uno,
marchaba sin rumbo con la gente en conjunto,
después te vi
y me encontré a mí misma en tus pupilas,
entonces lo supe, todo se quedó atrás,
mis ambiciones, mis delirios, mis sentidos, y las cosas que me hacen entristecer,
por un segundo todo se volvió un vacío,
después,
todo estuvo lleno y perfecto,
encontré la calma, calma por la que muchos matarían,
y los finales de los libros se convirtieron en la más sencilla de tus preguntas,
en ti encontré mi principio.