A. Martinez

Eres un sueño.

Eres un sueño que me quema la mirada,

cuando tu pelo de vuelos se presenta

en la dorada aurora que anuncia tu presencia,

con tu olor de lluvia nueva, de primavera rezagada.

 

Encantas las palabras que enmudecen,

espantadas en el  hechizo de tu enérgica belleza,

y los suspiros quieren seguirte, pegándose

a tu piel iridiscente y provocadora.

 

Vienes, y mi mundo pierde su equilibrio,

su cuidada y meticulosamente articulada forma,

destruyes la paciencia y la modorra con un golpe de vista,

con una pequeña sonrisa dibujada en tus labios de rocío.

 

Me imagino que sería si no fueras apenas una imagen,

una foto que asoma en mi memoria, inalcanzable,

inmaculada, partida y destino de un sentimiento

que se queja cada vez que me descuido.