Se me agota la tristeza de tanto dolor constante,
Se me agota el amor, al saber que en mi no pensaste
y me agota la presión de este pecho insoportable,
¿Cuánto tiempo más este dolor que parece inagotable?
Pensar que me engañaste me resulta insospechable,
Que sigues pensando en él, es peor que separarse,
Que nada para ti fui, lo demuestras al hablarles
Y que en tus labios está sólo el nombre del cobarde.
Ya entiendo que nada fui; después de años entiendo,
Tu pasatiempo cumplí, como agua en el desierto
Y muy solo me sentí, lamentable aún me siento,
Lo que ahora descubrí, es que mi nombre en ti ha muerto.
Que será lo que será, de lo que fue en el pasado,
Ya no está la libertad, cuando hay dolor embargado;
Si no logro renacer, estaré por siempre atado,
Pues, todo lo que pequé ya está más que pagado.
Ya no tengo ningún sueño, porque estoy paralizado,
Yo pensé que hubo amor en tu corazón malvado,
Pero sé que ya no tienes, ni vergüenza de enrostrarme
Que tu amado ya partió y nunca pudiste amarle.
Qué tristeza mi Señor, Oh mi Dios Omnipotente,
Qué triste mi Señor, ¿cuánto más hallaré muerte?,
¿Qué pasó en mi interior al enterarme que siempre
Ella en él sólo pensó?... nunca yo estuve presente.
¿Qué más haré yo?, ¿cómo podré pararme?,
Sostenme tú Buen Señor, para poder alabarte
Aunque le llore lo sé, sé que podrás restaurarme,
Cuando este firme por fin, luego podré adorarte.