María

EL

Se parecía a una invitación anhelada. Peculiar, se presentaba con palabras llanas. Con su veta íntima demostró propiedades raras.Desafío que ensalzaba a mi alma apasionada.

 

Se instaló ya sin reversa en mi morada clara. Su preferencia era mi constelación izquierda, rebalsándola superó mis ansias.

 

Los bailes me agotaron, más su Arte me convino a despedirlo con muy pocas ganas.

 

Excedida de sentires le rogué su retirada, cautelosa cerré ventanas.

 

Coqueteo con su ausencia, llamándolo sin gritos.

 

Está lejos, en la próxima parada.

 

Y yo elegí esta NADA.