Maldito orgullo que nos esclaviza,
Que, a pensar en nosotros sólo lleva,
Y que, en ningún momento economiza,
La soberbia. !! Qué mala compañera !!
Hemos de procurar de entre la gente,
Nunca sobresalir, según mi abuelo,
Pues, se llevará el clavo más saliente,
Del martillo, el golpe más certero.
También le oí decir, muy sabiamente,
Que el árbol la tormenta no provoca
Pero que el rayo, muy probablemente,
Al estar por encima de las rocas,
Lo fulminará con su llama ardiente,
De librarse, ocasiones tendrá pocas.
Marzo de 2015
Jose Cruz Sainz