jesusmoreno

Prima donna

Ella tirita a razón de tanto frío,

mimándome pretende encontrar calidez,

pero mi piel está muerta,

no consigue asirse a mí pues soy un tempano de hielo que se derrite.

 

Nos alejamos por un instante,

Me pierdo entre el humo,

y las notas absurdas que zumban en mis oídos deshacen su exceso.

Sentado en un altoparlante al fondo de la habitación,

Sofoco mi visión emergida y resguardo la razón de su embriaguez.

Espero indeciso recibir la descarga de palabras obscenas que forma,

Espero las necedades de alguien que perdió su orgullo

Y el disfraz de su sexo corrompido.

 

Baila,

tan patéticamente quiere hacerme suyo,

es cierto lo que la ignorancia precisa:

Ella es un demonio adorable,

aprendió a amar tan corruptamente;

es un ángel confuso en el sendero del oprobio.

He deducido que más que una amiga, es mi verdugo.