Raquel Garita

Sálvame Señor

Mi corazón entre sus dedos.

Reluciente y fragmentado.

Desecho en el engaño.

Lo quema.

Lo pulveriza.

 

Es en ese momento…

Cuando puedo imaginar mi Salvador,

Mirando desde el cielo,

Llorando esta amarga copa

 

Sálvame Señor,

Estos sentimientos que tú mismo impregnaste en mi ser, me están matando.

Sálvame de mi misma.

Sálvame del chico que se adueñó de mis noches.

 

Él me daña.

Su encantadora sonrisa incrusta una daga en mi alma.

¿Cómo logra una mirada convertirse en el químico que destruye mis ilusiones?

 

Sálvame Señor,

Toma mi corazón.

Reconstruye sus pedazos.

Renueva mis esperanzas de amar.