Paulina

Día lluvioso

Me gustan mucho los días lluviosos, tienen una melancolía seductora, un no sé qué que me enamora. Me encanta sentir la brisa fría cargada con unas cuantas gotas de lluvia, contemplar el paisaje algo gris, y ver que el cielo también llora; me inspira, al igual que la noche, a escribir.

 

De alguna forma me relaja y encuentro un equilibrio... Creo que me relaciono un poco con estos días, me da espacio a pensar y siento que la melancolía que encuentro en ellos es la misma que yo siento. 

 

No, no me malentiendas, no estoy triste, es sólo que en nuestras vidas siempre hay algo que al recordar nos produce éste sentimiento; momentos vividos, tanto alegres como tristes, personas que se han ido, amigos que hemos hecho a lo largo de nuestras vidas, algunos los hemos conservado y de otros ya ni sabemos, vivencias que jamás olvidaremos, aventuras que jamás comentaremos, amores por los que vivimos y morimos... La vida está cargada de todo ello.

 

Por eso me gusta la lluvia, porque con solo sentarme junto a ella compartimos la misma sensación, un día o noche melancólica, en que recordamos algo y ¿por qué no?... También brotan algunas lágrimas.