Johnny Rock

Para Donaciano y la muerte. Soneto con estrambote

No preguntes porqué, como ni cuando

no hay respuestas para nada de eso,

ya lloraste de niño cual poseso

mientras tu madre te estaba acunando.

 

Deja pues ya de comerte tu seso

te guste o no te guste sigue andando

pues un día has de irte sollozando

sintiendo del dolor todo su peso.

 

¿Fue quizás un capricho del destino

fue de un gran dios acto premeditado

quizás de la materia un desatino?

 

Muchas mentes en ello han meditado

pocas de ellas con suficiente atino

ya naciste, y ahora te has marchado.

 

Inexorable es el destino humano

siempre rezando, siempre arrodillado,

a ver si ese buen dios nos da su mano.