Izandro

Tu Nombre

 

Pronuncio con cada mañana, una sola plegaria

Y en las líneas sacras de su sentimiento,

Mis palabras desnudan mi pesado lamento,

Has partido en silencio,

Y mis lianas, no tuvieron la fuerza necesaria,

Para retener tu barca en su partida.

 

Mi sueño descansa en el brillo de tus ojos,

Y el dormir despierto es un plácido legado,

Pues te pienso, y el reflejo de tu mirar,

Alumbra mis sentidos,

Y mi triste palpitar.

 

Percibo que en la distancia me recuerdas,

Y en tus horas vacías,

Me dedicas un momento a solas;

Tengo la piel aun dormida,

Dormida de los besos que le dieras,

Dormida de tu suave tocarla con tu mirada;

Tengo la piel aún vacía,

Y no respeto, tu partida.

 

Recuerdo con cada segundo tu nombre,

Te pienso y resiento tu ausencia,

Te quiero,

Con el ama partida a cuestas,

Y no quiero morir,

Sin tu nombre perennizado sobre mi cuerpo.

 

Como piedra labrada en nieve fría,

Buscaré una loza llana sobre mi piel dormida,

Y le daré el motivo de sentirse viva,

Cuando tu nombre se escriba sobre mi pecho;

Tatuaré tu nombre como cuan bello,

Cuan bello es el solo pronunciarte,

Y te llevaré en el alma,

Sobre mi piel despierta,

Con cada momento en que te pensara,

Cuando vea tu nombre,

Tatuado sobre mí alma.