ARTIN ZÁLEZ

El último tren

Dos rieles cansados de tanto esperar

han visto la vida correr sobre si.

Un camino de dinero y nieve,

un siglo de campanas y silbatos.

Qué suerte la de un tren que va a un museo

sin que nadie jamás le pueda desguazar.

Y que nostalgia cruel el descubrir

una rueda que no volverá a girar,

Porque el tiempo es implacable y no perdona;

ni siquiera a un viejo metal.