Delalma

SEÑORA

 

Si usted dice que yo la amé,

como cuenta que lo hice…

tal vez me diga la verdad… pero

¡yo no la recuerdo ni como amistad!

 

He gozado de afectos  y pasiones

unos buenos… otros mejores,

son ocultos de mis noches

de mi cama y mi morada.

 

También traigo  en la memoria,

gratos momentos de mi historia,

¡Algo malo me haría usted en la vida

pues a quien se ama, no se olvida!

 

¡Al amparo de la noche silenciosa

tuvimos nuestro  amor a escondidas!

¡Fueron quince los años que vivimos…

con el fuego en la piel, luego ambos partimos!

 

¿Qué idea perturbada la hizo que volviera?...

por un ensueño, un recordar…

¡Tal vez usted fue una mujer mala

quizás por eso, no merece recordarla!

 

El nombre de señora… no se gana

yendo de cama en cama

se gana siendo: ¡UNA DAMA!…

respetando a quién se ama.

 

 Usted vino  por  lumbre…

como es su costumbre,

Ud. gusta de moneda que la alumbre...

ahí tiene, recójalas y camine.

 

Delalma

26 de febrero de 2010