José Adolfo Fernando

Es de noche, y las gotas del Exilio...  

El exilio se presentó en pijama,

cantado cambios,

cantando dominios del ayer

se vistió de voces , idiomas y gentes

que nunca estuvieron y que siempre han sido

 

Han sido y estado

como seres de carne y etéreos

como llagas abiertas vestidos de harapos

oscuros, azules,

de rescoldos blancos

de cenizas

 

Lágrimas iluminadas por

el Sueño

no han cambiado desde la cuna

ni desde su aparición redentora

en las pupilas de su madre.

  

Cuánta razón, cuánta razón!

Es la Madre la que ordena

el nuevo Templo,

es ella la que prepara el nido,

que le adorna, lo engalana

lo inunda de aromas

que penetran la epidermis

para, en algún estadio del mañana,

despertarse tan lozanos

como si fueran recién revelados

 

Son las gotas del Exilio

que caen o nacen ,

no importa el eje ni el nuevo envoltorio

porque no están pero siempre han sido

o tal vez no han sido, pero siempre están