Leandro Rodríguez Linárez

Intitulado CCLXXXI

La noche solo llega cuando tu estás,
Así, solo llegan las sombras más graves
Y se oyen los gritos siderales,
Las ruedas de la luz viajera,
Que se marcha infinitamente… sin llegar a ninguna parte.
La noche solo llega cuando tu estás mujer,
Así, solo llegan las horas gastadas,
Todo se ensancha entre los dos,
Los ríos se convierten en mares obstinados y
Los mares en universos más extensos que el del cielo.
La noche solo llega cuando tu estás,
No existe otra manera que vuelva,
Me quedaré con las sombras, con los gritos,
Con el saludo fugaz de la luz pasante
Y viviré en aquellas horas… sin llegar a ninguna parte.

 

LRL

15-3-2015