HERMINSON YULE RIASCOS

DESPERTAR NATURAL

Iba despertando el alba de tu seno,

de lactantes ríos, pronto serías,

la cintura ancha y deseante tendrías,

diosa de amor, ídolo terreno.

 

La niñez se va rauda y sin freno

sabes que a esa linda edad llegarías,

a sentirte mujer con tristezas y alegrías 

erogándo dulce ambrosía u ocre veneno.

 

De las aves que crucen por tu cielo

escogerás la que mejor te cante,

no desesperes, ten los pies en el suelo,

 

mira que siempre hay quien encante

con falsía y luego alza el vuelo,

por eso niña, que nada te quebrante.

 

II

Serás entonces labrantía tierra

echa para el amor y la ternura,

de tus diáfanas manos, la dulzura

manará como los ríos de la sierra.

 

 De los frutos que tu cuerpo encierra

vendrá el futuro cargado de blancura,

hombres nuevos con el alma pura,

así lo quiere tu corazón- a eso se aferra -

 

Verás que paso a paso todo llega

lo bello del beso, el dolor de la espina,

también el sentir que siempre cega.

 

El dolor de creer lo que se imagina,

esos celos de perder a quien la entrega

nos da como propio, cosa mala y dañina.