Aquiles Mirmidon

Su mirada

 

 

Volver por vacíos nocturnos

con ansias enclaustradas y fervientes,

ver su mirada deshojar margaritas

con la brisa enredarse en su cabello

pidiendo remedio ante tal alucinación.

 

Es mi silencio el remedio

aun lúgubre y silente, de espejismos;

volver, como la tarde florece con el sol

y la noche en la luna ansiada

origen del silencio a su mirar.

 

Quiero encontrar su mirada

con dulce de cielo encantado

deteniendo a las horas

cuando pasa furtiva y coqueta

y se aleja sin prisa a su batallar.