ARTIN ZÁLEZ

Escaleras al cielo

Cuando te vi, pensé que no existías,

al menos, no para mi.

Pero el mar se encargó de seducirnos

y el destello de una luz en mi camisa te deslumbró.

Y la noche siguió flotando entre las olas

que bañaban los cristales, sin parar.

Una escalera roja me hechizó...

y ya no pude escapar de tu mirada.

Mi deseo se cumplió.