luisa leston celorio

DIGNIDAD ESGRIMIDA

¿Qué dignidad esgrime

quien por placer paga 

servicios de mujeres
que luego tilda de mundanas?

En este cruel trasiego
de monedas por placer
no hay diferencia entre poderes,
ni entre pobres o ricos,
en todos los lugares encontraremos
mercaderes indignos .

¿Es de caballeros
quien denigran su ser
con mujeres “de baja estopa”
poniendo en duda esa honra
que exige a la mujer?

Si alguien se deshonra
no es quien por pan se vende
sino el que por placeres
compra los servicios
de las susodichas mujeres.

Las putas son honestas
pues amor no prometen,
su labor es consolar
a seres indelebles.

Ellas son muy dignas
pues no se venden con engaños,
si alguien a si lo piensa
es un ser menguado.

Nunca existirían
mujeres de servil oficio
si no hubiese clientes
que comprasen sus servicios.

Puestos en una balanza
pesaría más la miseria
de quienes para darse gusto
se aprovecha de carnes ajenas.

La honra la pierde
quien paga por placeres
tildados de pecado,
y luego se revisten de caballeros
a pesar de indignamente
haberse comportado.

Puta no es un insulto
para mujer de ese rango,
lo es para quienes con desprecio
las cita como seres malvados.

La maldad no es cuestión de genero
ni de oficios humildes o renombrados,
es cuestión de personas de cualquier trazo.

Está equivocado quien de puta trata
a la mujer por ser mala, ingrata,
pues es ofensa para las dignas putas
que las comparen con mujeres despiadadas.

La dignidad la pierde
quien cuerpo ajeno utiliza
para satisfacer sus cuitas
y luego con desprecio critica.


Luisa Lestón Celorio
Asturias- España
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