Vivo para una misión, vivo para los demás, para ti, para todos aquellos que necesitan, que carecen, que soportan y gritan con su rostro lleno de líneas que se les ayude.
Para ti que me pides alimento para sobrevivir, solo dándome a cambio una bendición con aquellos ojos que germinan humildad en mi alma.
Por ti; que vives bajo aquello que no asegura tu vida, en aquél rincón que a tus manos calcina. En un techo que tiembla a la par contigo por aquel frio que amenaza con derrumbar tu vida.
Eres tu quien sólo me puedes regalar cordiales palabras porque conoces la necesidad. Tú quien sabes reconocer el significado de la gratitud porque sólo eso tienes para a darme a cambio de un pedazo de pan.
Tú, quien me has enseñado a sentir el dolor humano que tu semblante refleja; tú quien me ayudas a ayudarte para sentarme a tu lado a mirar la vida desde tu estrado.
Es por ustedes seres humanos, por los necesitados, por los que no conocen la riqueza en dinero pero sí en espíritu. Conoces la humildad y la resignación.
Por todo eso que me regalan todos los días, aunque duela, pero me hacen mejor ser humano, por ustedes comunidades.
DeL MaR