Donaciano Bueno

Quito es un beso

La Flor de los Andes que alguien diría,

lindo lugar, una ciudad sin techo,

de firme irregular algo maltrecho

y gente apabullada de alegría.

 

La que vive soñando con derechos

mirando como así pasan los días,

algunos recogiendo los desechos

entre gracias a dios y avemarías.

 

Pareciera que aquí la vida avanza

en este divagar sin rumbo fijo

pidiéndole al buen dios les dé cobijo

y provea del bien de la pitanza.

 

Diríase que un nuevo Sancho Panza

habita y se recrea en estos lares,

por todos lados, hay cientos, a millares

repletos de ilusión y de esperanza.

 

No tienen mucho, sí lo indispensable,

cabalgando van con la cabeza alta,

de aquello que no ansían no les falta,

aparente su vida es saludable.

 

Son quiteños, gente amable y sincera,

de trato familiar inigualables,

ejemplares, son gente de primera

y sonriendo a la vida, insuperables.

 

Yo que aunque no soy de aquí, aquí quisiera

animar a que conozcan la ciudad

tan llena de belleza y de bondad 

donde ya todo el tiempo es primavera.

 

Quito y yo pareja somos de hecho,

yo la amo y ella a mi me corresponde,

si la busco, yo sé donde se esconde,

todo es amor pues de ella no sospecho.

 

Paseo hoy por la zona colonial,

con sus bellos espacios me embeleso,

veo plazas y rincones sin igual,

Quito es sensacional, Quito es un beso.