andres fernandez ruiz

HE DE DECIRTE

He de decirte desde que entraste

que mi tiempo son tus pupilas;

en él está el suspiro guardado,

ese que vuelve para quedarse

como olor de una rosa.

 

Ni la noche encendida podría igualar

el farol de mis ojos a los tuyos,

cuando al rácimo de tu azahar

se me vuelven eterna primavera.

 

Desde ese segundo

me viste el nardo

de tu amapola,

fragancia galopante

en oxígeno de cerezos.

 

Soy el que soy si te llamo

como a un prado,

en ese eco de fragua

se adorna tu nombre

de los labios míos.

 

Verte, abrazarte... besarte;

siempre día de los almendros

al agua de tu calendario

en el mar de mi huerto 

 

Tanto me vienes al pecho,

que con solo un latido, cubriría

el tilo de tu pétalo

al lienzo de la pluma mía.