Mi voz nació del clamor o del vaho de la tierra.
De un lucero la estela fugaz de la madrugada
o del viento que arrancaba pétalos de una azucena.
Mi voz nació de la lluvia en un otoño temprano
de una tarde de verano o del frío del invierno.
Mi voz es malancolía que se mueve en los recuerdos
que se despierta de noche y amanece en el tintero.
Mi voz suena en el coraje y se redime en consuelos
Mi voz es siempre un viajero con la ruta inesperada
no tiene hora de partida, no tiene hora de llegada.
Es llanto de la nostalgia en la evocación de un duelo
y es un pájaro sin alas que insiste levanatar vuelo.