Araceli Vellber

Mi mutaciĆ³n de piel a coraza.

Entré, en ti,

Sin llamar a la puerta.

No recuerdo,

Si había puerta,

O estaba abierta.

Me quedé,

Los meses fríos,

Pasando el letargo de los besos cortos.

Al despertar, mi primavera,

Mudé, mi piel,

Dejándola, olvidada en tu alcoba

Y con otro cuerpo, abrí más puertas.

Realicé, el mismo experimento,

Durante los años, de estaciones bisiestas.

Al final, la piel, mudó a coraza,

Con ella, golpeaba, aun, más puertas,

Siendo su sonido más fuerte,

Ya no se movieron, más manivelas.