Poeta sin alma

Mi mujer

Desde que te llamabas Eva

cuando te expulsaron de mi lado

ha sido mi alma la que espera

por volver a estar a tu lado.

 

Te he buscado muchos siglos

y en este fui a encontrarte,

se han cortado tantos hilos

de vida que gaste por esperarte.

 

Pero al fin llegaste vida mía

a las manos de tu fiel amante,

ven a calentar mi alma fría

y lléname de pasión delirante.

 

Eres la mujer que he esperado

sentado en la orilla de la luna,

eres el cielo azul anhelado

y la tinta en mi paciente pluma.

 

Ya he visto tantas lunas llenas

tantos soles en atardeceres color rojizo

que no sé qué hacer ahora que llegas

a darme todo lo que a Dios he pedido.

 

Ven y dame un beso mujer de mi vida

embriaga todo mi hendido pecho

y deja toda mi piel límpida

retozando tierna en nuestro lecho.

 

Engríllame a tu pies vida mía

que ya no podrás escaparte de mi,

seré tu sombra por todo el día

y en la noche me fundiré a ti.

 

Dame fe y alegría mujer de mi vida

y arrúllame con tu dulce voz

que ahora ya podre dejar dormida

a esta alma que muchas vidas te espero.

 

Eres tú, la mujer que yo esperaba

a través del libro que narra mi historia,

eres la coma que mi escrito anhelaba

para pasar a la siguiente hoja.

 

Para ti mujer esperada, mi vida

mi muerte y mi resurrección

porque si no he de amarte en esta vida

te amare en la próxima estación.

 

Ahora déjame abrazarte

y en ese abrazo darte el corazón,

no puedo con nada quedarme

porque mi vida en ti encontró su razón.

 

Y si alguien me pregunta mañana

que significa esta alegría que hoy siento

le diré que miré la luz que emana

y ahí podrá descifrar mi sentimiento.

 

Déjame decirte amada

porque quiero que así te sientas

porque en mi vida enamorada

quiero que te consientas.

 

Te quiero toda la vida a mi lado

para estar contigo una eternidad,

añorando que olvides el pasado

y así siempre merecer tu bondad.