Raul Caballero

Para ti

 

Para ti, que fuiste piel y el más cálido refugio;

y para este amor que aún callado no cesa,

a pesar de las vastas noches de ausencia y hastío.

Para tus cabellos donde enredé mil veces,

las temblorosas manos con que hoy te escribo.

Para tu boca que hace silencio y no me nombra,

 con el alocado ardor de otras horas.

Para tus pies, desnudos gorriones agitados que

 revoloteaban a cada lado del amor, que yo te he dado.

Para tus manos, que dibujaban con las mías,

en el aire la alegría, que no tienes a su lado.

Para ti que puedes reírte de todo

sin sentir alegría por nada,

para ti que dejaste olvidadas

como ramo de marchitas flores

aquellas promesas que llevo en el alma.

Para ti que puedes dar con la más dulce fruta

el beso más amargo;

y no sentir por ello, ni pena ni tristeza.

Para tus ojos donde sé que conviven

en contradictorio encanto,

el sol, la noche y a veces el llanto.

Para ti que fuiste principio y fin

de aquél amor que en verdad fue solo mío.

Para tu boca que decía te amo

y hoy ya ni me habla.

Para ti que dueles cada noche y cada día,

como el mismo doble filo de una daga.

Para ti es esto que hoy te escribo,

en medio del dolor y de la nada.