Enrique del Nilo

HISTOIRE D\'URBANITÉ

 

 

 

Deslizó por su fresca piel

el victor ya Secret’s

que resguardaba su solemnidad

al hacerlo fue bajando su frente

como aceptando o presintiendo

que esto se debía de ocultar;

fue bajando al inframundo

donde el pudor es proscrito

y pulula la promesa: “será suavecito”

 

Sumergió su alma

antes que su cuerpo

en aquel estercolero

por el maldito dinero;

y es que el hambre tiene filo fiero

capaz de cortar pudores y orgullos

deshoja cardos y capullos

hasta incinerarlos en su negra flama

 

Y fue una muñeca ajena a placeres

se creyó común a las demás mujeres

maquilló su rostro de clandestinidad

y dejó su estanco en la oscuridad

pues si se sabe en la sociedad

que ella comercia con placeres

la proscribirán a bares y burdeles

para terminar en los andenes

donde unos van, otros vienen,

todos la vituperan y escupen

pero todos la buscan y usan,

por la cantidad acordada

 

Y entona una sonata de gemidos

que el de turno sabe fingidos

pero le levantan más que ánimos

y los consecuentes orgasmos

que le garantizan buena propina,

para más tarde al doblar la esquina

el sustento familiar mercar

 

Y mientras ingiere y se inocula

naves al séptimo cielo

ríe a carcajadas

recordando las beatas escotadas

que recorren por su misma escalada

mientras su lengua cual espada

descuartiza la de la otra esquina

para distraer la cruel mirada

con que la suciedad establece su tara