Edmundo Rodriguez

ACARICIANDO TUS CANSADOS PIES

Acariciando tus cansados pies

me quedé dormido ,

mi rostro quedó depositado

en tu vientre que con ternura

y tibieza me recibía .

 

Y así entré a tu soñar

el cual ya no lo era ,

allí estaba contigo

lo que tanto deseamos

se hizo sin darnos cuenta ,

estaba sucediendo

resultado de un deseo

por aliviárte el cansancio ,

dormidos juntos amanecimos .

 

El padre astro

sigiloso entraba

por nuestros ojos ,

hasta que abiertos fueron

y las preguntas surgieron ,

y cómo fué que llegaste

y cómo fué ,

se siguió repitiendo .

 

Para luego

pasar a un silencio profundo ,

donde el hablar

ya no era necesario

y el hacer de los abrazos

se prolongó

hasta la tierna luna creciente ,

que sonreía diciendo ,

yo hubiera querido

que el día se les alargara ,

pero mi canto

deseaba compartir ,

con la belleza de verlos juntos

ahora aquí estoy ,

sólo para ustedes .

 

Y su luz nos alimentó

de tal manera ,

que aún seguimos unidos

en un eterno susurro .

 

Y hoy sabemos

cual es la clave ,

para vernos y sentirnos

y es servirnos con amor .