Hector Adolfo Campa

...rompiendo el horizonte.

Se marchó rompiendo el horizonte,
El ave viajera de mi soneto;
Llevándose consigo mi esqueleto,
Con besos míos como galeote.

 

Mi pesar siguiéndole a trote,
Canturreando a ritmo descontento;
Su caricia se va yendo del puerto,
Con viento a favor del Aqueronte.

 

Esta alma reniega su derrota,
Purgando sus venas del infortunio,
Bañando en rojo llanto la costa.

 

Al ver tocando puerto al demonio,
Comprendo que no habrá confronta…
me voy con el adiós, al cementerio.