El viento y yo
somos muy parecidos.
Cabálgamos;
El mismo camino.
silbámos bajito.
¡Casi sin notas!
¡Casi sin ruidos!
EL viento y yo
somos hermanos.
Nacimos en la tierra,
a la misma volvemos
para brotar de nuevo
con una nueva voz.
En un solo cuerpo,
Sin prisa y sin metas.
La muerte me corre
y no me alcanza.
No hay nadie,
que nos detenga.
En nuestro camino
Desnudando el alma
sediento, y sin fuerzas.
Mientras quede un indio.
Hombre blanco te digo.
Nadie vá a decirme;
lo que nunca , han dicho.
¡Acá, hay indio pá rato!
¡Date cuenta mi amigo!
Hemos existido, sólitos.
Desde antes que ustedes
Se hallan aparecido.
Pá que tantas riquezas;
y tesoros perdidos.
¡Si nó lo disfrutamos!
¡Si nó vivimos lo vivido!
Porque mientras viva.
¡Te lo dice un indio!
El mundo no es mundo
sin viento , ni un indio.