A. Cuenca

Insulso corazón

No tengo nada, pues te has llevado mi tesoro mas preciado;

las sonrisas y la felicidad detrás de los recuerdos;

hoy reemplazados con angustia y agonía.

...y si fuera solo mía la desgracia, no tendría tanta importancia.

 

Has descartado la alegría de quienes dices ser tus amores;

nada reemplazará aquellos años, en que si bien han habido tiempos difíciles,

aún se veía en sus rostros, rastros de alegría,

hoy reemplazados con una tristeza,

que se asienta en sus corazónes junto a la resignación.

 

Espero nunca se despierte tu consciencia;

no quisiera que sintieras lo que siento yo ahora que la mía ha despertado.

...y espero que los años solo te envejezcan, sin sentir lo que he sentido yo por tí.

...y que la soledad te siente bien, sin un mal recuerdo de este abandono,

sin estos sueños que en mi se tornan pesadillas al saber que te perdí.

 

Es poco probable que el corazón alguna vez te haya yo tocado, 

pues en tí solo hay encerrado un odio rencoroso que yo jamás sentí.

Noche a noche, lágrimas corren al encuentro con mi almohada; 

día a día susurra mi pecho con nostalgia,

cuando al mirar en tus ojitos, veo que no brillan ya por mí.

 

Sé que fuí tu carcelero, pero gracias a ti aprendí lo que es amar,

por eso te libero, y aunque de amor me muera de dolor.

eres libre hoy y siempre, pues hoy sé que nunca fuiste mía, 

solo yo fuí prisionero voluntario, de tu insulso corazón.

A.Cuenca