el poeta del abismo

treguas

Emigran las treguas del crepúsculo

¡Y el naufragio! ¡ay, el naufragio!

Lleva el calor de los amaneceres crudos

Y los gestos que le nacieron  a la muerte

En la lejana mirada de riscos, de hondos muelles

 

¡Ya pusiste! ¡ay, ya pusiste! el broche al silencio 

en castas desenterradas de amor y raíz de ayeres

¡y los amantes! ¡Ay, los amantes!

también se mueren con el tiempo

en la armadura de la hora.