La noche me abrazo en el crepúsculo del sol, me arrebato un suspiro del corazón, y sin pensar te vi ahí, con los ojos del alma, y simplemente me sentí atraída a ti, a tu forma de mirar, y quise saber de ti.
Tu mirada se posó en mí, y mi corazón latió a mil, el color subió a mis mejillas, y sin saber cómo ya estabas junto a mí, dejándome aquí tú sentir, y yo no me pude resistir y me aferré a ti.
Tomaste mi mano con delicadeza y caminamos juntos en aquel bello jardín, en donde me robaste el primer beso tan sutil, donde me dijiste el primer te amo, donde yo no pude más que aferrarme a ti.
La noche caía y la luna nos regalaba su pálida luz, nos entregamos al más bello sentimiento del amor, entre besos y caricias llego la pasión, bailamos al compás del corazón.
Sin más techo que el cielo y por testigos las estrellas, nos entregamos al amor, dejamos correr la pasión, sentí el latir de tu corazón, y me probaste mi piel dejando en ella todo tu amor.
Fui tu musa, tu inspiración, fuiste el poeta que me arrebato el corazón, y escribiste en mi piel la más dulce poesía de amor, dejando notas de color y pasión.
Tú fuiste para mí la ilusión del primer amor, me entregue en cuerpo, alma y corazón, sentí recorrer todo mi ser con tu calor, y bebí de tus labios el dulce néctar de la pasión.
Y el alba nos sorprendió tendidos en el jardín del amor, abrazados uno al otro jurándonos no separarnos jamás, y en un beso apasionado todo volvió a empezar.
@ngel de kristal
08 de febrero del 2015