Urquiza

POEMA 226

Tu pelo roza mi alma

muy dentro en lo profundo

tu piel morena

enloquecida por el eco

de las voces que se juntan

a nombrarte con su silencio

ese impertinente

grito a grito, silencio a silencio.

 

 

Pido que te quedes

sentada en la fina hierba

de mi vida inagotable

por que tus ojos me miran

y yo renazco y pienso

como cada mañana.

 

 

Pequeñas manos

pido que rasquen mi alma

enfríen mi mejilla

me besen con sus dedos 

y luego vuelen

hacia las sábanas del deseo

oscura tempestad

de tu grito profundo

de mi mirada penetrante

sin tregua

y al olvido.