Nerea Acosta

UN DÍA CUALQUIERA

 

Cualquier día despertaremos, por un momento.

Para sentirnos la piel,

para temblar a la vez.

Disipando las sombras se encontrarán nuestros cuerpos

y con el tacto despierto, sin prisa, despacio,

se enfrentarán escondidos nuestros deseos de amar.

Y en un desierto de pieles,

 la tuya y la mía y el calor de los dos,

quemaremos las horas con la alquimia de nuestra pasión.

Detendremos los días para vivirlos despiertos.

y no existirá la ironía que nos imponga el reloj

       porque sólo, agotados de amarnos,

      dormiremos para volver a soñar.

Un día cualquiera, se atarán nuestros labios

y en un beso rotundo, infinito, no se querrán separar

  Se romperán los silencios con hondos suspiros,

fundiendo los fuegos que enciendan la hoguera

que en un solo cuerpo podremos apagar.

 Por un momento, nos encontraremos despiertos.

Sin apartar las penumbras pediremos al tiempo que deje de pasar.

Un día cualquiera o cualquier noche, sin tiempo ni espacio,

tu cuerpo a mi lado…

… a mi abandonado.