Claro de Luna

A María Isabel, la otra parte de la ausencia

Hay ausencias presentes,
que no estando,
las sientes

y presientes


que un día acabará el vacío
y se llenará de miradas
y nos cubrirá el recuerdo
y sentiremos el encuentro.


Hay ausencias cortas,
hay ausencias largas.
Pero su ausencia…
es dura, es dolorosa,


es, es, es, es ausencia,


no estará,
solo en sus versos,
sólo en cada gesto,
cada palabra amable
que se quedó imborrable.


Y tú,
y tu presencia
y tu silencio
y tu recogimiento.


Tú estás,


tú te quedas,
con el sentimiento.
Tal vez con los ojos caídos,
tal vez con los ojos al vacío,
pero en su recuerdo.


Tú estás…


y yo te recuerdo,
en la sensibilidad de la palabra dulce,
del verso prisionero
en el amor de sueños.
Tú estás…
con la mirada atenta,
grabando el recuerdo
para que no sea olvido,
para guardarlo dentro.