Botellalmar

Irreverente

Ayer decidí renunciar a ti...una vez más.

Hoy ha comenzado la huida: negar un abrazo,

obviar deliberademente una despedida...

 

Irreverentes los deseos de no continuar amándote,

Irreverentes los anhelos de no poder olvidarte.

Pero amar como te amo

e insistir con estoicismo a la correspondencia del mismo,

es una obsesión patológica que corroe el alma y altera los sentidos.

 

De un tiempo acá, incontables días pensando en desistir

de este amor miserablemente correspondido.

Y otros muchos días, intentando convencerme

de por qué no amarte?...si cuando amamos con el alma

no esperamos nada a cambio!

 

Ayer renuncié a ti.

Hoy comencé la huida.

Sembrando pensamientos en tu mente,

palabras en tu labios

y emociones en tu corazón

que me inciten a abandonarte.