Ramirez Adrian

Génesis

 

 

 

 

Nadie muere para siempre
dijo alguna vez
el que ya estaba muerto.

 

Nadie hará algo que valga
dijeron los maestros
pero el niño nació
y les escupió el orgullo

 

Así se condenó la historia
y los hambrientos probaron el pan
y los ricos las sobras.
Nunca habrá alguien que valga
se preguntaba el moribundo
mientras se le iba lo último
que le quedaba.

 

Los seres de luz estaban aquí
preparados para la guerra de la paz
contra la guerra.
Y en el vasto cielo
se retorcía un alma
y vomitaba.

 

Ya era hora de llamar a los expertos
y descender la nave.
Las logias estaban rebeldes
les hacía falta una cuarta fase.

 

No había dolor que durara mil años
y sin embargo dudó el sabio
al bautizar al joven
que cambiaría al mundo

 

Más tarde todo volvería a la normalidad
y quedaría un niño clamando a los cielos
y un viejo creyéndose héroe
preguntándose si alguna vez
habría alguien que los cambiara.