lucia constantino

INFANCIA

 

La tierra mata la sed

y la simiente se agita en su seno.

El niño,

palpitar de lirio asomado a la ventana

suspira sueños

que la lluvia empaña

allá afuera, lentamente...

En las gotas que caen

oye la sinfonía

que mansamente transcurre,

en la tarde de su infancia.

No sabe que es un niño.

Que habita en la región de los magos,

de los amigos alados

y de los duendes.

Goza de esa magia sin despertar.

Mas ha de llegar la hora...

esa hora en que fenece

la siempre anhelada

sinfonía

y él jamás ha de olvidar

su despertar

en ese día.

 

 

(Traducción: Juan Martín Ruiz)