Hay esta mi Padre el día de mi boda
En el altar mayor de la iglesia de la Ñora
Con la mirada altiva y embelesada
Con cuarenta y nueve años, de vida…
Te he recortado Papá, de la foto real
Dónde estabas con Mamá y familia
Nueve años después un accidente fatal,
Corto de raíz el oxigeno de tu vida…
Te vi en el asfalto tapado con una manta
Y en ese momento, se apago mi ilusión
Cuando descubrí la manta y vi tu estampa,
Con los dientes apretados, se paro tu corazón…
Y des pues ya nada ha sido igual Papá
En cada sonrisa que exclamo estas tu,
Tus estas en la ilusión, que en mí se despierta
Y te recuerdo hablando, con tu ímpetu…
Cuando de verdad te conocí, te fuiste de mi lado
Como una hoja que el viento arrastra, volando
Pero sigue la vida, Padre de mi corazón, desolado
Desde el 8 de julio de 1985 un día, muy desgraciado…
Que cruel es la vida algunas veces,
Cuando te atormentan las sienes,
Cuando menos lo esperas y con creces
¡Vida de tu vida por ti nací, un viernes!
¡Recuerdo mi niñez Padre mío, esperando tu llegada del trabajó para que me pasearas en tu guzi, por la calle del Rosario!
¡A veces venias sonriendo otras tristes por tu esfuerzo, pero yo siempre Papá te esperaba sonriendo, en la puerta del banco!
¡No puedo escribir sin dejar la huella del dolor, porque te queríamos tanto “Modesto” que nos dejaste con el luto y su duelo!
Modesto Ruiz Martínez / viernes, 19 de febrero de 2010