Arquímedes

Porque tengo la tristeza alegre y triste el vino.

Oye el tiempo, siente cómo vibra

siente cómo te lleva 

siente cómo te arrastra a sus ruinas

siente cómo te engulle con el resto de las almas perdidas

 

Oye cómo se acerca, en cualquier lugar que te encuentres

sólo tienes que discernir de todos los sonidos

y oír el tintinábulo que se distingue

y envuelve a tu oído

 

Oye sus campanadas, siente cómo te deshace;

te reduce a polvos estelares.

Siente cómo te vuelves uno en la inmensidad

y cómo gritas porque no vaya tan rápido, cómo exclamas por piedad.

 

Escoge cómo vas a sufrir, porque éste mismo no va a perdonar 

a nadie en su camino por más que sea, porque todo le vayas a dar

hasta la alma más noble, hasta el más idiota por igual

en su cárcel infinita con la opresión de incalculable durabilidad

 

Siente cómo crujes, cómo te vuelves una alma más

siente cómo te estruja y te zanja 

entre el alarum de sus campanas

cómo te disuelves y envuelve, hasta tus átomos, en llamas

 

Y espero que sufras, así

para que sepas lo que te insistí

y lo que dí hasta el último momento

lo que dí, hasta que te perdí.