cristobal correa

DecepciĆ³n


Un estruendo que calma el avivado mar,
una boca quema siniestro lugar,
pirotecnia que prende al simple enojo,
poca creencia se intuye de sus ojos.

Blandir valentía es más difícil que la espada,
sólo puedo observar el techo que limita mis sueños,
y asombrarme plácidamente que mis vuelven a estar solos.

Busque entra las altas montañas de mi cama,
vuelta les di a mis sábanas,
mezcle ambos ambientes,
sin encontrar el alba que me despierte.

Necesite acomodar mis almohadas para sentir compañía,
En este mismo momento deseo dormir todas las noches y días.
Yo soy mi propio confidente y aval,
para este nostálgico final.