Karelis Chacón

Ser de tu sed...

Ser de tu sed, perdida en tu piel como un triste animal.

Despelleja un corazón destrozado como una dulce fiera.

Hace de ti una mejor persona mientras tus pies se estremecen con el fuego de la pasión desprendida de tu alma.

Demuestra un poco de cariño con tu más despreciado sentimiento mutilado.

 

Escribe y conviértete en mi cómplice.

Enciérrate  en mis piernas y derrítete en mi boca.

Describe tu fuerza, nunca será mayor.

Llama, llora, desahógate.

Libérate de tus resentimientos y despide el odio.

 

No pienses, escribe y llora.

Piérdete; piérdete, escucha, aprende,

 

-escribe y llora-.

 

Desde luego, ama, piérdete, escucha, aprende, escribe y llora, llora y ahógate.

Tu vida estará tan mal como la mía.

 

Duerme, sueña y ¡Despierta que nada es real! Nada es como tú crees, nada te saldrá bien. Nada te llenará… Todo te destrozará, todo te mutilará. Todo te acabará.

 

Muere, muere como una virgen suicida, muere y todo será en vano.

Muere y olvídate de todo, muere y desaparecerás.

Muere y moriré. Un escrito muerto, un aprendiz perdido, otro más.

Vida, vida muerta, vida sola, sola y deshecha, fría y muerta.

                       

Nada más estremecedor, letras sin fin, un fin sin letras, una razón perdida, un tiempo interrumpido. Un cielo borrado, un camino tumbado, sin pasos  ni pies, despídete de tu tortura, que lo mejor ha llegado a su fin.