Arquímedes

A usted, mi Princesa Árabe

Vestido ya, entre las nubes de mi amargura

has venido tú, con tu semi-angelical apariencia de musa

has venido tú, con tus decoros traídos del cielo

a la tierra; me ha costado creer, que eres un mismísimo ángel de ensueño

 

Vestido ya, entre tu hermosa cabellera

me sedujo, es casi indescriptible

me trae infinitas sentimientos, cosas inciertas,

sentimientos que ya estaban muertos, ah... parecióme una espada a través de mi corazón, funesta

 

Vestido ya, entre esa enredadera,

pude ocultarme por un momento entre esa hermosa mirada

que hasta al carcelero de mi corazón se cruzó,

se ató y despojó una vez más la magia que sólo a una bella persona podía ser mostrada.

 

Que sólo a una bella persona cómo tú puedo mostrar

y te lo regalaré cada vez que pueda,

cada vez que mi corazón grite por ello, y de ello un recuerdo haz

Porque estas palabras son para ti, ¡Estas, y muchas más!