Raúl Daniel

Ayer se cumplieron dos años (Espejo 96)

 

Ayer se cumplieron dos años,

¡qué rápido pasa el tiempo!,

y ahora, por momentos,

nada te resulta extraño,

(sólo tu comportamiento).

 

Por ejemplo, ayer te fuiste

a donde fue el accidente,

buscando algo que no sabes

si está allí o en tu mente,

(pero que sientes que es grave).

 

Poca gente te lo dice,

(así nomás es la gente,

sólo hablan por detrás),

pero no así tu mamá,

(ella dice lo que siente).

 

Que te encuentras muy cambiado,

que muy poco te diviertes,

que ni a tu novia visitas,

ni a parientes ni a amigos,

(después de aquel accidente).

 

Tú no les pones cuidado,

y bastante te enojas,

contestas con groserías

y sin ningún disimulo,

(¡cada cual cuide su culo!)

 

Ya tu papá te previno

que tuvieras más respeto,

pero lo mismo te da...

(y piensas en tus adentros:

¡yo con ninguno me meto!)

 

Lo que ellos (crees) no saben,

es lo que pasa con Claudia;

y es que la muy tarada

abandonó las pastillas...

(¡dijo: -“Estoy enamorada!”)

 

Y que no te consultó

y decidió por sí sola,

porque, igual, si no lo quieres,

ella tendrá un hijo tuyo

(y esto, ¡antes que la dejes!)

 

Que piensa que tienes otra,

o que dejaste de amarla

y te cuesta confesarlo...

o quién sabe qué te pasa,

(y quisiera averiguarlo).

 

Te dicen que lo que pasó

no fue en absoluto tu culpa,

y ni el fiscal te imputó,

(pero nadie te quita esto:

¡tú fuiste el que lo mató!)

 

¡Pobre viejo!, se cruzó

corriendo, la doble avenida,

habían cortado una mano,

(de un lado estaban “bacheando”)

y él sólo miró a la izquierda...

 

Se apareció de repente...

detrás de un colectivo,

(sólo dijiste: ¡que mierda!

mientras oías romperse

sus huesos bajo las ruedas.)

 

Frenaste cómo pudiste

y no querías creerlo,

siempre fuiste tan prudente,

todo un profesional,

cuidadoso y eficiente.

 

Después vinieron los días,

esos en que te parecía

que todo había sido un sueño,

(pero siempre, al despertar

¡volvía la pesadilla!)

 

Todo te era igual,

comer, bañarte o no hacerlo,

dos días sin trabajar,

(los patrones son muy buenos,

y ahora no manejarás)

 

Te pasarán por un tiempo

a estar en la producción,

hasta que te tranquilices

y puedas volver al camión,

(si es que realmente lo quieres).

 

Uno te dijo, “No es tanto,

ya era bastante viejo,

y a lo mejor lo ayudaste

a que pare de sufrir...”

(¡Tú lo mandaste al carajo!)

 

Tu hermana se pasa diciendo

que tienes que ir a un sicólogo,

(pero nadie entiende nada,

no es que te sientas culpable,

otra cosa es lo que pasa).

 

Es que de pronto la muerte

vino a azotarse en tu cara,

y no como una noticia,

o una foto en la portada

de un diario o de una revista...

 

¡Ella usó de tus manos

para ejecutar su atroz

e incomprensible “justicia”!

(y ahora nada te parece justo,

ni aún tu propia vida).

 

Hoy te bañaste dos horas,

pero igual te sientes sucio...

ibas a ir a trabajar,

y los demás te avisaron

¡que era día domingo!

 

Claudia llamó por teléfono,

(ayer no fuiste a su casa)...

Que te vayas a almorzar,

te rogó algunos momentos,

vos le dijiste que sí...

 

Pero con la condición

que después te dejaría

irte temprano... y piensas

(tampoco sabes por qué)

pasar por el cementerio.

 

Ni sabes cuál es su tumba

ni la piensas encontrar...

Tal vez te empieza a intrigar

¡lo que pasa con los muertos!

(y comenzaste a pensar...)