Alejandro

Al filo de la noche

Suave cae un beso en mi mejilla,

tu mirada retadora se enciende

cual luna llena en la noche más oscura

y se vuelven mis manos veleros

en el mar de tu cuerpo,

y se incendia la noche

en una explosión de pasión

donde no hay heridos,

sólo el placer de perdernos

en la fusión de nuestros cuerpos,

en el penetrante éxtasis

que produce cada roce,

cada caricia.


Y en el filo de la pasión

crece el deseo y la lujuria

y la música del amor

le canta a la noche

una tonada salvaje

que sale de nuestros cuerpos

y se humedece nuestro juego

cuando el placer es infinito

y saciamos el deseo

y quedamos suspendidos

en una caricia, una sonrisa y un "te quiero".