David Arthur

La ciudadela

 

 

La noche seduce el reluctante sol,

sombras ominosas de hambrientos hienas

testifican sus carcajadas despreciativas,

burlando los sueños embarazados

 

Salvado por una fuerza más férrea,

la empresa volcada

aguanta  los juicios de usurpados tribunales,

a ganar los días de futuro orgullo

 

Rayos de sol bailan en salones sagrados,

en donde resuenan las fervientes pisadas

al subir la seráfica escalera,

a alcanzar el apogeo; la ciudadela